El colectivo peronista es amplio, casi infinito, sus fecundas ramas protegen a sectores aparentemente opuestos, pero que tienen un importante objetivo común: todos quieren vivir del Estado. Personajes que militaron en organizaciones guerrilleras de izquierda, y los pertenecientes a la “triple A” (alianza anticomunista Argentina). Los mismos funcionarios que promovían “relaciones carnales” con Estados Unidos, luego pasaron a intimar con Cuba, Venezuela, Irán y Nicaragua. Legisladores que crearon las AFJP, luego se apropiaron de las jubilaciones privadas. En un momento aplaudieron las privatizaciones del presidente Menem y después cantaron el himno y la marchita estatizando YPF y Aerolíneas Argentinas. La ideología del colectivo peronista es elástica y generosa, permite compartir las mieles del poder y sacarle recursos al Estado por derecha o por izquierda. Pero hay un grupo importante de ciudadanos que, perteneciendo al colectivo peronista, simulan y se esconden; son muy útiles (algunos los consideran “idiotas útiles”) porque son los primeros en aparecer cuando el colectivo peronista deja el poder. Ellos se autocalifican como “apolíticos”, que sólo simpatizan con la Patria o San Martín (el libertador…. no el equipo de fútbol); tienen como argumento básico que “todos son iguales” o “todos roban”. En este prestigioso espacio que el diario generosamente nos ofrece, escriben varios lectores pertenecientes a ese grupo.
Luis Ovidio Pérez Cleip
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